No me creía estar bien, ¡pero así era!
Hoy día llevo 2 meses fuera del centro y me siento genial. Creo que jamás podré agradecer del todo lo que han hecho por mí tanto terapeutas como la gente de mi alrededor.
El apoyo incondicional de mi novio y mis amigas ha sido imprescindible, al igual que el de mi hermana y mi madre. Sin ellos no habría sido posible.
Me hace feliz saber que he crecido como persona, y la cantidad de cosas que he aprendido y que no quiero perder.
También he sido capaz de darme cuenta de quién realmente está a mi lado y quien no, aunque sea doloroso pensarlo.
Pero en fin, centrándome en mi momento actual, estoy orgullosísima de mi vida, de mi historia y de lo que tengo. Por fin estoy estudiando lo que quiero sin enfermedad por delante, puedo hacer todo el ejercicio que quiera, comprarme la ropa cuando quiera y mirar como me queda...
Puedo preocuparme de lo que quiera, y hacerlo de forma sana.
Aún me cuesta creer que no me preocupe ya por ciertas cosas, y a la vez me cuesta creer que me preocupara de forma tan excesiva por ello... Aveces creo que no me ha pasado a mí. Es extraño.
Lo más importante para mí es encontrar día a día alguna motivación para seguir adelante. Obviamente me pasan cosas como a todo el mundo, y sigo necesitando ayuda en ciertos momentos, pero sé como seguir adelante, dónde buscar apoyo cuando lo necesito.
Tengo miedos cada día, pero me gusta combatirlos, tener objetivos, sentirme fuerte.
La anorexia ha sido lo peor y lo mejor que me ha podido pasar.